Megatendencias en la educación frente al tercer milenio

El nuevo milenio se está caracterizando por la educación permanente en la que juega un papel central el conocimiento. El conocimiento constituye un recurso básico para la sociedad en su conjunto por lo que cada vez más la educación será la condición decisiva para poder participar en el mundo o quedar excluidos, pues en la sociedad del conocimiento para ser productivo se tiene que estar altamente cualificado, ser creativo y cada vez más autónomo; se vive en un mundo en el que la habilidad más competitiva será la de aprender (permanentemente) y la inteligencia, condiciones ligadas estrechamente a la educación que se necesita hoy en día.

Actualmente, la información y el conocimiento circulan con tanta rapidez que rompen las barreras culturales, la distancia y los límites de la capacidad de almacenamiento y procesamiento de la información. La información es la principal fuente de riqueza y la base para la organización económica, política y social, lo cual implica una transformación constante de las reglas de organización.

Aún así, en la actualidad no ha dejado de ser criticada la forma tradicional con que se educa a los niños y jóvenes tanto en el hogar como en la escuela, al tiempo que se trata de implementar formas de vanguardia para así contar con una educación de “calidad” que responda a las necesidades de la sociedad contemporánea. Los resultados han sido limitados debido a la inadecuada adaptación entre los cambios sociales, culturales y la educación. Mientras los primeros se transforman a pasos agigantados la educación cambia demasiado lento y termina por parecer obsoleta para las generaciones actuales y venideras; de tal manera que “los contenidos de estudio se vuelven obsoletos antes de egresar” de la universidad.

En este sentido, las condiciones de la “vasta” información disponible contra las prácticas “tradicionales” en la educción, tienen que encontrar un punto de convergencia y funcionalidad. Tanto el docente como el padre de familia deben actualizar sus conocimientos y dominio tecnológico para poder de esta manera, promover en el alumno la capacidad mental para seleccionar información, transformarla en conocimiento y especificar las aplicaciones de ese conocimiento en la vida, colectiva e individualmente.

Es cierto que el mundo ha ido avanzando hacia logros cada vez más importantes de libertad, derechos y bienestar, pero al mismo tiempo ha tenido que soportar una realidad de hechos dramáticos y aislamiento, deshumanizante, en el que ha ido olvidándose poco a poco los valores y la ética. Por tanto, se hace necesaria una educación que priorice la creatividad y el servicio social, que respete la naturaleza humana y la ética de sus relaciones; en el que el saber, hacer y tener de la educación conformen un proceso de desarrollo integral del individuo.